Muchas personas se preguntan si haber tenido un familiar con un ataque cerebrovascular (ACV) aumenta su riesgo personal. La respuesta no es sí o no: la genética puede influir, pero siempre en combinación con el estilo de vida y otros factores de salud. Por eso, entender el riesgo hereditario es clave para prevenir.
En Argentina, se estima que cada año unas 120.000 personas sufren un ACV, lo que equivale a un caso cada 4 minutos. La buena noticia es que muchos de estos casos podrían evitarse con las medidas adecuadas.
Tener un padre, madre o hermano/a que haya sufrido un ACV antes de los 65 años aumenta tu riesgo entre 2 y 4 veces, según estudios. Esto puede deberse a factores genéticos que predisponen a:
Sin embargo, compartir un entorno también influye: hábitos como el tabaquismo, la alimentación poco saludable o el sedentarismo suelen repetirse dentro de una familia.
Si tenés antecedentes familiares de ACV, no quiere decir que lo vayas a sufrir. En Argentina, de los miles de casos anuales, cerca de 40.000 personas no sobreviven, pero la prevención y los controles a tiempo pueden marcar la diferencia. Por eso, te recomendamos:
En algunos casos, el equipo médico puede indicar estudios por imágenes o evaluaciones más específicas si hay sospecha de condiciones hereditarias estructurales, como malformaciones arteriovenosas.
En la Clínica La Sagrada Familia, nuestro equipo de neurología y cardiología trabaja con tecnología de última generación, como estudios de imágenes avanzados y monitoreo continuo, para detectar riesgos antes de que se conviertan en problemas.
Ofrecemos planes personalizados que combinan consultas especializadas con orientación práctica para mejorar tu estilo de vida. El ACV es la segunda causa de muerte prematura y discapacidad en Argentina, pero actuar a tiempo puede cambiar esa realidad.
¿Querés proteger tu salud cerebral y la de tu familia? Contactanos hoy para una evaluación personalizada. Tu bienestar es nuestra prioridad, y podemos guiarte hacia una vida más saludable.