La medicina intervencionista es una especialidad donde el detalle cambia el pronóstico. En cada procedimiento, los médicos intervencionistas se mueven dentro de arterias y venas que miden apenas milímetros, guiándose por imágenes en tiempo real y decisiones que deben tomarse con absoluta precisión.
Esa combinación de destreza técnica, entrenamiento y tecnología avanzada permite tratar patologías complejas sin necesidad de cirugías abiertas y con tiempos de recuperación más rápidos para los pacientes. En la Clínica La Sagrada Familia, esta especialidad ocupa un lugar central tanto en el área neuro como en la cardiológica y vascular.
En neurointervención, muchos ataques cerebrovasculares (ACV) isquémicos se pueden tratar sin abrir el cráneo. ¿Cómo? Mediante la trombectomía mecánica, un procedimiento donde el médico entra al cuerpo por la ingle con un catéter muy fino y lo lleva, por dentro de las arterias, hasta el coágulo que está tapando una arteria del cerebro. Una vez ahí, lo extrae y permite que la sangre vuelva a circular. Si el paciente llega a tiempo, este procedimiento puede cambiar por completo la evolución del ACV.
Lo mismo ocurre con el tratamiento de aneurismas o malformaciones arteriovenosas cerebrales: se navega con catéteres ultrafinos hasta la zona afectada y se repara desde dentro, sin necesidad de abrir el cráneo ni hacer una cirugía grande. Esto reduce riesgos, acorta los tiempos de internación y mejora la recuperación.
Por su parte, en la cardiología intervencionista se tratan obstrucciones coronarias mediante angioplastias con stent (donde se abre una arteria del corazón desde adentro), corrige bloqueos severos colocando marcapasos o desfibriladores automáticos, y aborda problemas de ritmo cardíaco que limitan la vida diaria. Todo esto se realiza a través de un acceso vascular mínimo, con procedimientos seguros y eficaces para personas de diferentes edades.
Cada procedimiento intervencionista exige coordinación y entrenamiento constante. La precisión no depende solo del médico que navega el catéter: también intervienen técnicos radiólogos, instrumentadores, enfermería especializada y equipos de monitoreo. La tecnología acompaña este trabajo minucioso: angiógrafos de alta complejidad, navegación en 3D, imágenes en tiempo real y dispositivos capaces de adaptarse a cada anatomía.
Para el paciente, estos avances se traducen en menos dolor, menos tiempo de internación y una recuperación más rápida. Para el equipo médico, representan la posibilidad de resolver situaciones críticas sin someter al cuerpo a un estrés mayor.
La Clínica La Sagrada Familia es un centro de referencia en neurointervención, cardiología intervencionista y procedimientos vasculares. Nuestros equipos trabajan de manera integrada para ofrecer diagnósticos rápidos, tratamientos mínimamente invasivos y seguimiento especializado. Desde la urgencia del ataque cerebrovascular (ACV) hasta los procedimientos planificados, nuestra prioridad es acompañar a cada paciente con precisión, tecnología y el mayor cuidado humano.
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