La cirugía vascular periférica es una especialidad médica que se encarga del tratamiento de enfermedades en los vasos sanguíneos fuera del corazón y el cerebro, como arterias y venas en extremidades, abdomen y cuello. En la cardiología moderna resulta clave, ya que permite diagnosticar y tratar enfermedades que afectan el sistema cardiovascular en su totalidad.
Incluye procedimientos quirúrgicos abiertos y aquellas intervenciones mínimamente invasivas, como la angioplastia y la colocación de stents, que se realizan a través de catéteres insertados en el vaso afectado. Al optimizar la circulación y mejorar la salud de arterias y venas, estas intervenciones no solo protegen la salud vascular sino que también contribuyen a reducir el riesgo de complicaciones cardíacas.
Los problemas en los vasos sanguíneos periféricos (arterias y venas fuera del corazón y cerebro, principalmente en brazos, piernas y abdomen) pueden ser indicadores importantes de riesgo cardiovascular. Estas son algunas de las enfermedades más frecuentes:
Al mejorar el flujo sanguíneo en las arterias y venas periféricas, estas técnicas disminuyen el esfuerzo que el corazón necesita hacer para asegurar la correcta circulación de la sangre. En pacientes que padecen claudicación intermitente (dolor en las piernas al caminar) o isquemia crónica de miembros inferiores (dolor constante y daño en los tejidos por una obstrucción grave de las arterias), procedimientos como la angioplastía ayudan a reducir la presión arterial y a mejorar el rendimiento cardíaco.
Las técnicas mínimamente invasivas reducen el dolor y aceleran la recuperación, lo cual es crucial en pacientes que también sufren de enfermedades cardíacas, ya que un procedimiento menos doloroso implica menos estrés para el corazón. En el caso de la colocación de stents en pacientes con aneurismas, este procedimiento se realiza con pequeñas incisiones, disminuyendo el riesgo de complicaciones cardíacas asociadas al estrés quirúrgico.
En pacientes cardíacos, evitar infecciones y otras complicaciones postoperatorias, como hemorragias, es esencial para no sobrecargar el sistema cardiovascular. La cirugía vascular mínimamente invasiva se realiza mediante incisiones pequeñas y con el apoyo de guías de imagen, reduciendo la exposición a posibles complicaciones. Esto protege a los pacientes que ya tienen condiciones cardíacas preexistentes.
Para personas con riesgos cardíacos, una intervención quirúrgica puede ser riesgosa debido a la anestesia prolongada y el trauma en tejidos. Las técnicas mínimamente invasivas, como la remoción de coágulos mediante catéter, son ideales para estos casos, ya que reducen los tiempos de anestesia y minimizan el impacto sobre el cuerpo, protegiendo la estabilidad cardiovascular.
Una buena circulación es vital para el corazón. Al mejorar el retorno de la sangre al corazón, estas técnicas ayudan a mantener una presión arterial estable y a reducir el riesgo de eventos cardiovasculares.
La Clínica La Sagrada Familia ofrece tratamientos avanzados en cirugía vascular mínimamente invasiva, enfocados en mejorar la salud vascular y cardíaca de nuestros pacientes. Gracias a la combinación de tecnología de vanguardia y un equipo de especialistas, cada tratamiento se realiza con el máximo nivel de seguridad y eficacia.
Si experimentás síntomas como dolor en las piernas, pesadez o hinchazón constante, te recomendamos realizar una consulta con nuestro equipo. Un diagnóstico oportuno puede proteger tu sistema cardiovascular y ayudarte a recuperar la calidad de vida.