Turnos

(011) 4014 6000

Emergencia vascular y cerebral

+54 011 4014 6006

Turnos e informacion
+54 011 4014 6000
José Hernández 1642
+54 011 4014 6000
Luis María Campos 1385 1° Piso
Consultorios Externos
Zabala 1680
Centro de Imágenes
       

NOVEDADES






29/12/2025

Altas temperaturas y bienestar

Los días de calor extremo no solo incomodan, también aumentan el riesgo de mareos, descompensaciones y otros síntomas que muchas veces se confunden con “bajones de presión”, cansancio o poca hidratación. 

Durante el verano, cuando las temperaturas suben y la actividad diaria se intensifica, el organismo trabaja más para regularse y eso puede afectar tanto al sistema cardiovascular como al sistema nervioso. 

El calor cambia la forma en que el cuerpo distribuye la sangre, modifica la presión arterial y altera la hidratación de los tejidos. Esto explica por qué algunas personas sienten inestabilidad al ponerse de pie, visión borrosa o sensación de “cabeza liviana”. Aunque muchas veces son situaciones pasajeras, hay señales que conviene atender para evitar complicaciones, especialmente si ya tenés antecedentes cardiológicos o neurológicos.

 

¿Por qué el calor provoca mareos?

Cuando la temperatura ambiente sube, el cuerpo aumenta la circulación hacia la piel para liberar calor. Ese cambio reduce momentáneamente la sangre disponible para el cerebro, lo que puede producir mareos o una breve sensación de desmayo. Si a esto se suma deshidratación, actividad intensa o exposición prolongada al sol, el sistema nervioso pierde eficiencia para compensar.

Las personas con presión baja, arritmias, antecedentes de ACV, migraña, trastornos del equilibrio o problemas de columna cervical pueden ser más sensibles a estos episodios. En esos casos, los mareos no deberían atribuirse sólo al calor.

 

Señales que requieren atención

No todos los mareos son iguales. Conviene consultar si aparecen:

  • Mareos recurrentes durante el día.
  • Pérdida de fuerza en un brazo o una pierna.
  • Dificultad para hablar o para coordinar movimientos.
  • Dolor de pecho, palpitaciones o falta de aire.
  • Visión borrosa persistente aún después de hidratarse y descansar.
  • Desmayo, incluso si pareciera aislado. 

Aunque puedan parecer síntomas leves, algunos podrían vincularse con problemas neurológicos o cardiológicos que requieren evaluación rápida.

 

7 medidas simples para prevenir descompensaciones

Hay medidas sencillas que ayudan a reducir riesgos:

  1. Hidratación frecuente, incluso sin sed.
  2. Evitar actividad física en las horas más calurosas.
  3. Levantarte lentamente de la cama o de una silla.
  4. Reposar a la sombra cuando estés al aire libre.
  5. Comer porciones más livianas y varias veces al día.
  6. Usar ropa fresca y priorizar ambientes ventilados.
  7. Prestar atención a mareos que aparezcan de manera brusca. 

En personas mayores, quienes toman medicación para la presión o quienes tienen antecedentes cardiológicos o neurológicos, estos cuidados deben ser aún más estrictos.

En la Clínica La Sagrada Familia queremos que disfrutes el verano con calma y sin sobresaltos. Por eso, cada año recordamos algo simple: escuchá tu cuerpo, prestá atención a las señales y buscá ambientes frescos e hidratación constante. A veces, pequeños cuidados hacen una diferencia enorme en estos días de calor extremo.

Por cualquier consulta comunicate con nosotros  al (+54 11) 4014-6000 o por WhatsApp al 11-6025-8181.

 





Durante un ataque cerebral perdemos 2.000.000 de neuronas por minuto.
Cada segundo cuenta.