La salud renal es esencial para el bienestar general, ya que los riñones desempeñan funciones clave como filtrar toxinas, regular la presión arterial y mantener el equilibrio de líquidos. Sin embargo, existen diferencias significativas entre hombres y mujeres en cuanto a cómo se desarrollan, se diagnostican y se tratan las enfermedades renales.
Las mujeres tienen ciertas ventajas biológicas en cuanto a la salud renal. La presencia de estrógenos parece tener un efecto protector sobre los riñones, ya que ayuda a mantener la función renal y controlar la presión arterial. Por esta razón, durante la edad fértil, las mujeres suelen tener un menor riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica (ERC) en comparación con los hombres.
Sin embargo, después de la menopausia, este beneficio disminuye y el riesgo de daño renal aumenta. A su vez, las mujeres suelen tener una estructura corporal diferente: una menor masa muscular implica niveles más bajos de creatinina en sangre, un marcador comúnmente usado para evaluar la función renal. Esto puede llevar a subestimar la gravedad de una enfermedad renal en mujeres si no se tiene en cuenta este factor.
Más allá de las diferencias biológicas, las mujeres enfrentan desafíos adicionales relacionados con factores sociales y de género. En muchos casos, tienden a ser diagnosticadas más tarde que los hombres. Esto puede deberse a que los síntomas de las enfermedades renales en mujeres son menos evidentes o se confunden con otras afecciones, como fatiga o dolor lumbar.
Además, estudios muestran que las mujeres con enfermedad renal avanzada tienen menos probabilidades de ser derivadas para diálisis o trasplante renal en comparación con los hombres. Las razones son complejas e incluyen desde sesgos de género en el sistema de salud hasta diferencias en la percepción de los síntomas por parte de los propios pacientes.
Existen varias enfermedades y condiciones que afectan en mayor medida a las mujeres y pueden comprometer la salud renal de manera directa o indirecta. Las más relevantes son:
Estas condiciones reflejan cómo los factores biológicos y hormonales pueden influir en la salud renal femenina. La detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para evitar complicaciones a largo plazo.
En la Clínica La Sagrada Familia, entendemos que las necesidades de salud renal de las mujeres requieren un enfoque específico. Por eso, ofrecemos servicios de chequeo diseñados para abordar sus particularidades y promover un diagnóstico temprano.
Este chequeo está coordinado por un médico especialista, quien indica los estudios más adecuados según la historia clínica de cada paciente. Su objetivo es detectar enfermedades en estadios iniciales y evaluar el riesgo de desarrollar problemas médicos en el futuro. Incluye:
Además, contamos con un equipo especializado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades renales, brindando un enfoque personalizado para cada paciente. Si tenés dudas sobre tu salud renal o quieres realizar un control preventivo, podés agendar una consulta a través de nuestra central de turnos. Para más información sobre nuestros chequeos médicos, te invitamos a que visites nuestro sitio web.