La salud cardiovascular es fundamental para una vida plena, y la genética juega un papel crucial en cómo se desarrolla y mantiene nuestro bienestar cardíaco. Comprender cómo nuestros genes influyen en la salud del corazón puede ser esencial para aplicar estrategias preventivas efectivas.
Las enfermedades cardiovasculares (ECV), que incluyen problemas cardíacos y cerebrovasculares, son la principal causa de muerte a nivel global, con 17,9 millones de fallecimientos anuales. Se estima que esta cifra alcanzará los 23 millones para el año 2030.
La predisposición genética es un factor importante en el desarrollo de estas enfermedades:
Es importante aclarar que existen otros factores de riesgo no modificables como la edad, el sexo y la diabetes , sobre los cuales no es posible intervenir directamente. Por esta razón, trabajar sobre los factores modificables es clave para la prevención de las ECV.
El estilo de vida puede mitigar los riesgos asociados con la predisposición genética y reducir considerablemente el riesgo de ECV:
La genética desempeña un papel significativo en la salud del corazón, pero no es el único factor determinante. Para aquellos con antecedentes familiares de ECV, es fundamental adoptar medidas preventivas.
Realiza exámenes periódicos para monitorear la presión arterial, niveles de colesterol y otros indicadores de salud cardíaca. Las pruebas genéticas pueden proporcionar información valiosa sobre tu predisposición a enfermedades cardíacas específicas. Evaluar tu perfil genético te permitirá recibir recomendaciones personalizadas y desarrollar un plan de prevención adaptado a tus necesidades.
Adopta hábitos de vida que incluyan una dieta equilibrada, ejercicio regular y técnicas efectivas para manejar el estrés. Estos cambios pueden ayudar a mitigar los riesgos asociados con la predisposición genética y reducir considerablemente el riesgo de ECV. Además, es fundamental dejar de fumar, ya que el tabaquismo es uno de los factores de riesgo más influyentes en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y uno de los más importantes a corregir.
Es muy importante consultar a un cardiólogo y considerar el asesoramiento genético para obtener recomendaciones personalizadas basadas en tu perfil genético. Los especialistas pueden ayudarte a entender mejor tus riesgos y desarrollar estrategias de prevención específicas.