La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que se caracteriza por provocar crisis epilépticas recurrentes. Afecta a personas de todas las edades y puede tener diferentes causas, tales como: un ataque cerebrovascular, trastornos genéticos, problemas de desarrollo del cerebro, otras lesiones o infecciones cerebrales, entre otras.
Aproximadamente el 70-80% de las epilepsias pueden ser adecuadamente controladas con la administración de medicamentos. En el resto de los casos, se podría presentar una resistencia (o refractariedad) al tratamiento con medicamentos, y es en estos casos cuando el paciente debería consultar en un Centro Especializado de Diagnóstico y Tratamiento de la Epilepsia. Allí se comenzará una investigación avanzada de su enfermedad, para definir si podría beneficiarse con un tratamiento con cirugía de Epilepsia.
En ENERI – Sagrada Familia contamos con todos los métodos de investigación disponibles en la actualidad, y profesionales altamente capacitados en este tema.
A las epilepsias resistentes a la medicación se las denomina habitualmente “epilepsias refractarias”. En general, se considera que un paciente tiene epilepsia refractaria cuando, un médico especializado en epilepsia (Neurólogo Epileptólogo), ha indicado dos o más medicamentos antiepilépticos, y el paciente ha persistido con crisis. Estos medicamentos podrían haber sido indicados en conjunto o secuencialmente.
Es muy importante recalcar que al momento de definir la refractariedad, sea un médico especializado quien esté a cargo del paciente.
La epilepsia refractaria puede ser muy invalidante para el paciente, afectando su capacidad para trabajar o llevar a cabo actividades cotidianas. En general se observa una mala calidad de vida en los pacientes que la sufren.
La cirugía para la epilepsia puede mejorar significativamente la calidad de vida del paciente.
Existen diferentes tipos de procedimientos:
Estos procedimientos se realizan habitualmente bajo anestesia general. El neurocirujano utiliza tecnología avanzada (como imágenes de resonancia magnética, neuronavegación, y estudios de electroencefalograma) para realizar el abordaje e identificar el área del cerebro que causa los ataques epilépticos. Una vez identificada la zona, se extraerá o desconectará esa parte del cerebro.
La duración de la cirugía puede variar dependiendo de la ubicación, la extensión de la zona afectada y la complejidad del caso. Pero en general tiene un rango de 2 a 6 horas. Después de la cirugía, el paciente puede necesitar un tiempo de recuperación en nuestra Clínica antes de regresar a su hogar.
A menudo, se requiere un seguimiento a largo plazo con el neurocirujano y el neurólogo para monitorear la efectividad de la cirugía y la evolución del paciente.
Si bien la cirugía de epilepsia puede estar indicada sólo en un grupo específico de pacientes que sufren la enfermedad, los principales beneficios que experimentan la mayoría de las personas que han sido operadas son:
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