Turnos

(011) 4014 6000

Emergencia vascular y cerebral

+54 011 4014 6006

Turnos e informacion
+54 011 4014 6000
José Hernández 1642
+54 011 4014 6000
Luis María Campos 1385 1° Piso
Consultorios Externos
Zabala 1680
Centro de Imágenes
       

NOVEDADES






23/06/2025

¿Sabías que pensás con agua?

Durante años nos dijeron que tomar agua es vital para el cuerpo, pero ¿sabías que tu cerebro depende de ella para funcionar al máximo? Alrededor del 75% de tu masa cerebral es agua, y cada pensamiento, recuerdo o decisión ocurre gracias a un cerebro bien hidratado. Sin suficiente agua, tu mente puede sentirse nublada, irritable o lenta.

 

Agua: el secreto detrás de tus grandes ideas

Cada vez que pensás, aprendés o resolvés un problema, tus neuronas trabajan en equipo, enviándose señales a través de un entorno que debe estar perfectamente equilibrado. El agua es la clave para que esto ocurra, ya que:

  • Transporta sustancias esenciales, como glucosa y oxígeno, que son el combustible de tu cerebro.
  • Facilita la eliminación de toxinas generadas por la actividad neuronal, manteniendo tu mente despejada.
  • Protege el cerebro, al mantener el volumen y la presión del líquido cefalorraquídeo, que actúa como un amortiguador natural.
  • Acelera las conexiones neuronales, permitiéndote pensar, decidir y recordar con mayor claridad.

Incluso una deshidratación leve (del 1 al 2% del peso corporal) puede reducir la atención, alterar la memoria a corto plazo y afectar el estado de ánimo en adultos jóvenes y mayores.

 

¿Qué le pasa a tu cerebro sin suficiente agua?

Cuando no tomás suficiente agua, tu cerebro lo siente de inmediato. La deshidratación reduce el volumen cerebral, enlentece la comunicación entre neuronas y eleva los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto puede manifestarse en:

  • Dolores de cabeza.
  • Sensación de “niebla mental” o dificultad para concentrarte.
  • Irritabilidad o cambios de humor.
  • Mareos o cansancio leve.
  • Mayor riesgo de problemas graves, como un ataque cerebrovascular (ACV), sobre todo en personas con hipertensión o antecedentes cardiovasculares.

La hidratación adecuada es esencial para la salud cognitiva, especialmente en adultos mayores, quienes pueden no percibir la sed con la misma intensidad, por lo que es importante generarles rutinas de hidratación consciente.

5 consejos prácticos para hidratar tu cerebro

Cuidar tu salud cerebral empieza con hábitos pequeños pero poderosos. Probá estas ideas para mantenerte hidratado y potenciar tu mente:

  1. Empezá el día con agua: tomá un vaso grande al despertarte para activar tu cuerpo y mente.
  2. Llevá una botella siempre: una botella reutilizable te recordará beber durante el día. Apuntá a 1.5-2 litros diarios, según las recomendaciones de la OMS, ajustadas a tu peso y actividad física.
  3. Hacé el agua más atractiva: si te cuesta tomar agua sola, agregá rodajas de limón, pepino o menta para darle sabor.
  4. Creá recordatorios: podés descargar las aplicaciones móviles gratuitas, usar alarmas en tu celular o vincularlo a rutinas como antes del almuerzo o la merienda.
  5. En adultos mayores, prestá mayor atención: la sensación de sed disminuye con la edad, así que programá momentos para tomar agua, incluso si no sentís sed.

 

Cuidamos tu salud cerebral

Tomar agua no es solo un acto para tu cuerpo, es un regalo para tu cerebro. Desde mejorar tu memoria hasta prevenir problemas neurológicos, este simple hábito puede marcar una gran diferencia. Si notás síntomas como dolores de cabeza frecuentes, dificultad para concentrarte o cambios en tu estado de ánimo, no los ignores.

En nuestra institución trabajamos a diario con pacientes que sufren las consecuencias de una mala hidratación, muchas veces sin saberlo. Desde la prevención hasta la neurorehabilitación, entendemos que cuidar el cerebro es también fomentar hábitos simples pero poderosos, como tomar agua todos los días. 

Reservá un turno, y consultá con nuestros especialistas para evaluar tu salud neurológica y recibir recomendaciones personalizadas.





Durante un ataque cerebral perdemos 2.000.000 de neuronas por minuto.
Cada segundo cuenta.